Viaje a Bucarest y Moldavia por libre

1 .- Preludio de un viaje a Bucarest y Moldavia por libre

No fue fácil plantearse hacer este viaje a Bucarest y Moldavia por libre. Un viaje hecho a finales de febrero y principios de marzo, cuando ya se estaba extendiendo el coronavirus por toda Europa.

Cada vez que nos preguntábamos dónde ir de vacaciones, era una broma muy repetida decirnos «a Chisinau». Chisinau, la capital de Moldavia, sonaba a sitio lejano y desconocido, a un sitio que realmente parecía que no podía aportar nada a nuestro currículum viajero. Pasan los años y el que escribe se ha recorrido casi todos los países de Europa, con lo cual, empiezo sinceramente a plantearme viajar a este país tan desconocido para uno de los viajes cortos anuales.

Siempre lo había pensado visitar desde Ucrania en un recorrido en coche, pero yo que estoy mirando siempre vuelos a cualquier sitio, encontré un vuelo barato a Bucarest y se me encendió la lucecita para poder visitar Moldavia desde ahí. Encontré algo de información en internet que comentaban que había un tren nocturno desde Rumanía a Moldavia, y efectivamente, así que reservamos los billetes y nos decidimos visitar el país que siempre teníamos como una de nuestras últimas opciones.

Tengo que decir después de volver, que Moldavia ha superado nuestras expectativas iniciales. Tampoco es que sea Italia, pero es un país que tiene cosas interesantes y una relación con el vino bastante intensa, cosa que desconocíamos antes de ir. Así que te animo a visitar este desconocido y pequeño país, y espero ayudarte en este propósito.

2.- Itinerario de un viaje a Bucarest y Moldavia por libre (con mapas)

No es habitual, pero en este viaje preferimos desplazarnos en tren desde Bucarest a Chisinau, y una vez allí alquilar un coche.  La opción de desplazarnos en tren en vez de alquilar el coche en Bucarest directamente era tentadora ya que el tren es nocturno y nos permitía viajar mientras dormíamos. El viaje en coche desde Bucarest a Chisinau son 6 horas y media más los trámites de la frontera, y no podíamos perder todo este tiempo.

Además tampoco nos apetecía a la vuelta cruzar una frontera el mismo día que cogíamos el avión por la tarde por los problemas que tuvimos en la frontera de Macedonia viniendo de Kosovo y cuando nos dirigíamos a Bulgaria.

El itinerario que hicimos fue el siguiente (días 1 y 2):

Día 1: Llegada a Bucarest, visita y salida en tren hacia Chisinau

Salimos pronto, a las 7 00 de la mañana de Madrid con un vuelo de Ryanair que había encontrado muy barato en la página de Skyscanner. A las 12 de la mañana hora  local  ya habíamos llegado al aeropuerto de Bucarest. Cogimos el autobús que nos dejó en la estación de tren Gara de Nord. Justo en el punto que queríamos de Bucarest, porque aquí existen taquillas donde poder dejar las cosas. Dejamos las mochilas  y aprovechamos las horas que teníamos para empezar a ver la capital.

Nada mas salir de la estación vimos la curiosa imagen de como le cortaban el pelo a un individuo en plena calle. No está mal utilizar los parques públicos para estos fines .

Comenzamos con un recorrido por la Avenida Victoria, la principal arteria de la ciudad y donde se encuentran gran parte de los edificios más interesantes. Visitamos el museo nacional de historia, el palacio CEC, el pasaje Macca-Villacrose, el teatro Odeón, el pasaje Victoria con sus coloridos paraguas y llegamos así a la plaza de la revolución, donde pudimos ver el antiguo edificio del comité central del partido comunista, la universidad y el palacio real, donde visitamos la galería de arte europea.

Por último visitamos la magnífica sala de conciertos del Ateneo Romano, sin duda el edificio más sorprendente de Bucarest y un imprescindible en cualquier viaje a Bucarest y Moldavia por libre.

A las 19:00 estamos ya en nuestro vagón con dos asientos-camas dispuestos a dirigirnos a la desconocida Moldavia.

Día 2: Llegada a Moldavia. Visita Milestii Mici, Orheuil Vechi y Soroca

Sobre las 2 h 45 de la mañana, cuando ya estábamos en el primer sueño, nos despertaron porque habíamos llegado a la frontera. Los agentes suben al tren y tienes que enseñarles el pasaporte. Además una médico nos hizo unas preguntas por el tema del coronavirus. Llegamos a las 8:24 h. de la mañana a la estación de tren de Chisinau y lo primero que hicimos fue recoger el coche alquilado en la compañía Sixt. La oficina estaba muy cerca de la estación.

Tras recoger el coche nos pusimos ya en marcha y fuimos a visitar las bodegas Milestii Mici. Están reconocidas por el libro Guinness de los récords como las bodegas más grandes del mundo, con más de 200 Km. de galerías y más de 1,5 millones de botellas.

Tras visitar las bodegas fuimos al que seguramente sea el sitio más interesante de Moldavia, en la lista indicativa del patrimonio de la humanidad. Estamos hablando del histórico y arqueológico complejo de Orheuil Vechi, situado en una preciosa curva del río.

Por último nos dirigimos al norte, a la ciudad de Soroca, fronteriza con Ucrania, sólo el río Dniéster les separa. Es conocida por su castillo, el mejor de Moldavia, y por su barrio gitano. En las cercanías puedes ver una bonita vista desde la vela de acción de gracias.

Una vez llegamos a Chisinau, cenamos comida típica moldava en el restaurante La Placinte, uno de los más típicos de la capital.

Día 3: Monasterio de Capriana, intento fallido de visita a Transnistria y visita de Chisinau

A primera hora visitamos el monasterio de Capriana, uno de los más antiguos de Moldavia.

Volvimos a Chisinau y cogimos un autobús con dirección a Transnistria (no nos atrevimos a ir en el coche), territorio independiente de facto de Moldavia aunque no reconocido por ningún país. Cuando llegamos a la frontera no nos dejaron pasar a ningún extranjero. No sabemos la razón pero creemos que habían cerrado las fronteras por el coronavirus, así que cogimos un bus que pasó de vuelta y retornamos a Chisinau.

Aprovechamos para ver parte de la capital, visitamos el monasterio Ciuflea , el museo del ejército, el museo nacional de Bellas Artes y los parques de Valea Morilor y Drendarium.

Cansados del día ajetreado, decidimos cenar en un restaurante cercano al apartamento que sólo tenía sandwiches. Nada reseñable .

Día 4: Monasterio de Curchi, bodega Cricova y visita Chisinau

Nos levantamos temprano y fuimos al monasterio de Curchi, seguramente el monasterio más importante de Moldavia. Del siglo XVIII aunque muy remodelado posteriormente.

Desde el monasterio nos fuimos a visitar otra importante bodega moldava. En la bodega Cricova hicimos un recorrido y además disfrutamos de una magnífica cata de sus caldos.

Por último regresamos a Chisinau para ver cosas que nos faltaban como el circo, la catedral y el museo nacional de historia.

Dejamos el coche de alquiler y a las 16 56 volvimos a tomar el tren que nos llevaría de nuevo a Bucarest. De nuevo el trámite de revisar la documentación en el tren al paso de la frontera y el cambio de ancho de vía de los vagones. A partir de ese momento sólo quedaba dormir, o al menos intentarlo…

Día 5: Llegada a Rumanía y visita de Bucarest

LLegamos muy temprano a Bucarest, en concreto a las 6 00 de la mañana, así que aprovechamos para desayunar en la misma estación de tren y dejamos las cosas en las taquillas de la propia estación para disponernos a ver lo que nos faltaba de la capital rumana. Vimos el arco del triunfo, el parque Herastrau, el museo Grigore Antipa, la iglesia ortodoxa Cretulescu, la universidad, la iglesia ortodoxa Stravopoleos y el famoso parlamento de Ceaucescu.

Tras retirar las cosas de nuestras taquillas cogimos el bus al aeropuerto al lado de la estación de tren. Nuestro vuelo de Wizz Air salía a las 16 25 y nos dejó en casa a las 19 35 h. Poco descanso iba a tener porque al día siguiente salía hacia Portugal para ver la zona centro, pero eso ya es otra historia…

Soy Juan Ángel Valdunquillo, ingeniero industrial por profesión, historiador del arte por devoción y apasionado de los viajes. Agradezco la inestimable colaboración de @rebeldeviajero con sus fantásticos dibujos y su compañía viajera.