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Visita a la bodega Cricova en Moldavia

por | 28-08-20 | Europa, Moldavia

La República de Moldavia es el duodécimo exportador de vino del mundo (2020) y ha obtenido el título de país de puertas abiertas en el paraíso del vino, ya que la producción de vino es la principal ocupación de los moldavos. La importancia del vino en este país es un gran desconocido, por eso, acompáñame en esta visita a la bodega Cricova en Moldavia para aprender un poco más sobre ello.

1 .- Visita a la bodega Cricova en Moldavia. La bodega más elegante

La bodega de Cricova se sitúa a 17 Km. al norte de Chisinau, por lo que es una visita muy factible para realizar si estás en la capital.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

La visita se hace en unos vehículos eléctricos propios de la bodega recorriendo los  túneles con barricas en los lados. El vehículo va  haciendo paradas puntuales para  darte las explicaciones y ver detalles de la bodega.

Las galerías subterráneas de la bodega tienen una longitud de 120 Km., y en algunos puntos llegamos a estar a una profundidad de hasta 80 m. Como en una ciudad normal, hay semáforos, señales de tráfico y calles con nombres tan sugerentes como «cabernet», «Sauvignon» o «Feteasca».  La temperatura se mantiene constante entre 12 y 14 ºC, con una humedad entre 97-98 %.

En una de las paradas pudimos ver sus famosos vinos espumosos que se conservan en posición inclinada.

La colección nacional

La enoteca de Cricova se creó en 1954 y  posee casi 1,3 millones de botellas, cada una de ellas de excepcional calidad e inusual historia. La perla de la colección es un vino llamado «Easter Jerusalen», siendo la única botella que ha sobrevivido de las 400 embotelladas en 1902. También destaca el licor Jan Becher, producido en Chequia en 1902 y que contiene 27 hierbas medicinales.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

En esta zona hay nichos reservados a botellas de particulares, como son los de Angela Merkel, Vladimir Putin o Jose Manuel Barroso entre otros.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

La colección más valiosa de la enoteca es la que perteneció a Hermann Goring, constaba de más de 2000 botellas de los años 40. Tras la guerra pasó a las tropas soviéticas y se bebieron gran parte de los vinos. Lo que quedó se encuentra ahora en Cricova.

Los nichos

Al igual que en la bodega de Milestii Mici, los vinos están perfectamente colocados en un serie de nichos pintados de blanco, que a mi me recuerdan a los columbarios romanos.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

Se recorren algunos de los pasillos de esta interminable red.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

En una especie de rotonda encontramos alguno de los famosos personajes que han visitado la bodega. Se dice que cuando Yuri Gagarin visitó Cricova tardó dos días en salir laughing.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

Y por supuesto, hay tiempo de inmortalizar el momento, ¡cómo no!. Les ofrecí una foto mía pero no quisieron ponerla en la rotonda tongue-out.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

Los salones

En Cricova destacan sobremanera sus estupendos salones para las catas y las comidas en la bodega. Primero pasamos por la capilla y luego pasamos por una zona común con murales regionales, antes de ver cada uno de los salones y sus diferentes decoraciones.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

El primer salón que vimos tenía una preciosa decoración con marmol y vidrieras.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

El segundo salón tenía una amplísima mesa y unos paneles con motivos regionales, con un toque art decó.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

El tercer salón tenía una decoración típica moldava.

Visita a la bodega Cricova en Moldavia

Por último, el cuarto salón, que es donde hicimos la cata, en mi opinión es el más bonito. Estaba decorado con motivos marineros.

La cata consistió en probar tres vinos: un espumoso, un blanco y un tinto, acompañado de queso y otros entrantes. Todo riquísimo.

A la salida pasas por la tienda por si quieres comprar alguno de sus caldos. Nosotros al no facturar en el avión, nos fue imposible comprar vino, y es una pena porque en España es difícil de encontrar. Luego en el aeropuerto si compramos unas cuantas botellas, aunque no tiene el mismo encanto que comprarlo en la bodega.

En resumen, la visita a la bodega Cricova en Moldavia, es una bonita experiencia que yo recomiendo hacer con cata.

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Reservas: tienes que reservar con antelación a través de su página web

https://cricova.md/en/

Visitas: hay varios tipos de visita así que deberás elegir la que más se adapte a tus necesidades. Nosotros elegimos la Business que dura 1h 30´ y catas 3 tipos de vino (23 euros en 2020). Puedes hacer la visita sin cata que dura 1 hora y cuesta 5 euros. Además de las business, puedes elegir otras visitas con cata, costando la más completa unos 160 euros.

2 .- Otras bodegas para visitar

Además de la visita a la bodega Cricova en Moldavia, puedes visitar otras bodegas también muy interesantes:

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Soy Juan Ángel Valdunquillo, ingeniero industrial por profesión, historiador del arte por devoción y apasionado de los viajes. Agradezco la inestimable colaboración de @rebeldeviajero con sus fantásticos dibujos y su compañía viajera.

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