Qué ver, visitar y hacer en Estambul

1 .- Un poco de historia de Estambul

Los primeros habitantes de Estambul se remontan al segundo milenio antes de Cristo y se establecieron en el lado asiático de la ciudad. Su primer nombre proviene del rey Byzas de Megara, quien llevó a sus colonos aquí en el siglo VII a. C. para establecer una colonia llamada Bizancio. Byzas eligió este lugar después de consultar a un oráculo de Delfos.

En el siglo VI a.C., los persas gobernaron la ciudad y luego Alejandro Magno tomó la ciudad en el siglo IV a.C., desarrollándose un período pacífico hasta el siglo II a.C.

El imperio bizantino

En el  193 d.C., el emperador Septimus Severus conquistó la ciudad y permaneció bajo el dominio romano hasta el siglo IV d.C., cuando el emperador Constantino el Grande convirtió a Bizancio en la capital de todo el Imperio Romano y le dio su nombre: Constantinopla. El Imperio Romano de Oriente se llamó Bizantino desde el siglo V. La ciudad estaba construida sobre siete colinas, como Roma.

Los primeros emperadores bizantinos llenaron su ciudad con los tesoros del mundo antiguo, especialmente entre los siglos IV y VI con una población que excedía el medio millón. En el 532, durante el reinado de Justiniano I, los disturbios destruyeron la ciudad. Pero fue reconstruida y estructuras sobresalientes como Santa Sofia se erigen como monumentos de la edad de oro de los bizantinos.

La historia posterior de Estambul está llena de intrigas y asedios, fue asediada por los árabes en los siglos VII y VIII y por los bárbaros en los siglos IX y X, pero gobernada por la Cuarta Cruzada entre 1204-1261 que destruyó y saqueó todas las riquezas. Después de esto, Constantinopla no recuperó su antigua riqueza ni fuerza.

El dominio otomano

Los turcos otomanos liderados por el sultán Mehmet II conquistaron Constantinopla en 1453. Con el nuevo nombre de Estambul, la ciudad se convirtió en la capital del Imperio Otomano. Entre los siglos XV y XVI, los sultanes construyeron muchas mezquitas y edificios públicos, superando la población de nuevo del medio millón a mediados del siglo XVI. Estambul era un importante centro cultural, político y comercial.

El dominio otomano duró hasta la Primera Guerra Mundial cuando Estambul fue ocupada por las tropas aliadas. Después de años de lucha liderada por Ataturk contra las fuerzas de ocupación, la República de Turquía nació en 1923 y la capital se trasladó a Ankara. Pero Estambul ha seguido expandiéndose de forma espectacular. Hoy su población supera los 13 millones y sigue aumentando constantemente. Sigue siendo el centro comercial y cultural y el alma de Turquía.

2.- Las mejores cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul

En el siguiente mapa encontrarás la ubicación de las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul en Turquía.

1) Ver la basílica bizantina de Santa Sofía (Haghia Sophia)

Obra cumbre de la arquitectura mundial y de la arquitectura bizantina en particular y construida en el siglo VI por orden de Justiniano. Este monumento Patrimonio de la Humanidad ha pasado a lo largo de la historia por diversas etapas, pasando de basílica bizantina a mezquita, posteriormente a museo y desde el 2020 nuevamente es una mezquita. Destaca sobretodo su cúpula sobre pechinas que parece flotar en el espacio. Muy destacables son también sus mosaicos, una de las mejores colecciones bizantinas que podemos ver en el mundo. Sin lugar a dudas, un imprescindible entre las mejores cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul

2) Iglesia de Santa Irene

La iglesia actual, actualmente en el primer patio del palacio Topkapi, es al menos la tercera iglesia que se levanta en ese lugar, el más antiguo dedicado al culto cristiano en Estambul. Sirvió de sede del patriarcado de Constantinopla hasta la finalización de Santa Sofía y nunca ha sido convertida en mezquita, pero si fue un arsenal y posteriormente museo en 1869, siendo el primer museo de Turquía. La decoración exterior es una mezcla de ladrillo y piedra.

En el interior podemos apreciar las bóvedas de ladrillo, al haberse caído los mosaicos que las cubrían. De planta basilical romana con una nave central y dos laterales divididas con columnas y pilares, destaca el mosaico del ábside que representa una cruz negra sobre fondo dorado.También destacan sus tribunas laterales.  Por la foto vemos que los gatos en el interior de los edificios turcos es habitual .

3) Visitar el Palacio de Topkapi en Estambul

700.000 metros cuadrados de patios, edificios y jardines hacen de este palacio uno de los más espectaculares del mundo. Durante casi cuatro siglos, desde 1459 con Mehmed II  hasta 1853 con Abdulmecid, fue el centro administrativo del imperio otomano. Además del harem, destacan sus innumerables tesoros y las magníficas vistas desde el cuarto patio del palacio.

Explora sus cuatro patios y dedícale por lo menos medio día a esta visita imprescindible entre las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul

4) Museo Arqueológico

Aunque no seas muy fan de los museos, deberías entrar a este a echar un vistazo. Te puedo decir que para mi es un imprescindible entre las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul.

Los Museos Arqueológicos de Estambul son un complejo de museos que consta de tres unidades principales: el Museo Arqueológico, el Museo de Antiguas Obras Orientales y el Museo  de Azulejos y cerámica.

En el museo de azulejos y cerámica podrás ver bellos ejemplos de Izmir en un bonito pabellón del siglo XV.

La parte de obras orientales guarda una espléndida colección de obras de arte sumerias, babilónicas, e hititas entre otras. Destacan los relieves vidriados de la puerta de Istar de Babilonia, el tratado de Kadesh o la amplia colección de tablillas cuneiformes sumerias.

En el edificio principal destacan la colección de escultura clásica, así como piezas de Anatolia, Troya, Siria, Palestina y Chipre. Pero sin embargo la joya de la corona son los numerosos sarcófagos de una calidad exquisita, destacando el sarcófago de Alejandro, el de las plañideras y el sarcófago de Sidamara.

5) Gulhane Park y Museo de la Ciencia y la Tecnología Islámica

El parque Gulhane formaba parte del jardín exterior del Palacio de Topkapi. En 1912 se decidió dedicar parte de ese jardín a parque público, siendo actualmente una zona de paseo y esparcimiento de los habitantes de Estambul. Si recorres el parque hasta el final, en dirección al Bósforo, podrás ver junto a una gran bandera, una estatua de Ataturk, el creador de la República de Turquía. Desde aqui hay unas magníficas vistas del comienzo del Bósforo.

Dentro del recinto del parque se encuentra el Museo de la Ciencia y Tecnología Islámica, que hace un recorrido por los inventos desarrollados por los científicos islámicos entre el siglo IX y el siglo XVI. Astronomía, relojes, tecnología de guerra, medicina, física, arquitectura, óptica son algunos de los campos que trata el museo, siendo su pieza más especial un reloj elefante inventado por Al-JAzari y que se considera precursor de la robótica.

El museo es simplemente didáctico, ya que ninguna de las piezas son originales, así que sólo te lo recomiendo en caso de tener bastante tiempo libre en Estambul.

6) Ver la cisterna bizantina

Sin lugar a dudas estamos ante una de las cosas clave qué ver, visitar y hacer en Estambul. Es la más grande de las 60 cisternas que se construyeron en época bizantina. Fue construida por Justiniano I para proveer de agua al Gran Palacio de Constantinopla. Tras la conquista, inicialmente fue utilizada para regar los jardines del Palacio de Topkapi hasta que fue olvidada.

La empinada escalera de entrada conduce a un bosque subterráneo de 336 columnas de mármol de 9 metros de altura traidas desde templos paganos de Anatolia. Sus 9.800 metros cuadrados de superficie permiten albergar unos 80.000 metros cúbicos de agua. Su tenue iluminación y su magnificiencia, hace que el paseo por la cisterna encoja realmente el corazón del visitante.

En la parte final del recorrido, tenemos dos columnas que utilizan como base cabezas de Medusa de procedencia desconocida. Las cabezas están orientadas hacia abajo y hacia un lado para anular el poder de la mirada de la Gorgona…¡Mejor que no mires por si acaso!

Hay otras dos cisternas que puedes visitar, aunque yo no lo hice por falta de tiempo, son las de Binbirdirek y la de Teodosio.

7) El hipódromo

La gran explanada rectangular flanqueada por la Mezquita Azul y el Museo de arte oriental, albergaba el hipódromo construido en el siglo II por el emperador Septimio Severo. La tribuna real del hipódromo se comunicaba directamente con el palacio de los emperadores bizantinos. Actualmente poco queda del hipódromo salvo algún resto en el interior del museo de arte islámico. Sin embargo la plaza es un punto de encuentro con numerosos puntos de interés.

En la plaza, en el lado más cercano a Santa Sofía podemos ver la horrorosa fuente alemana, que se construyó en honor de la visita del káiser Guillermo II en 1898. Al lado podemos ver la tumba de Ahmed I, que construyó su hijo Osmán II en 1620. Esta cámara cuadrada con ocho arcos está decorada con azulejos de Iznik y contiene además las tumbas de príncipes y de Murad IV.

Un obelisco egipcio y más columnas

Si seguimos avanzando por la plaza, nos encontramos con el obelisco egipcio del siglo XVI a.c. Sus jeroglíficos están en tan buen estado que parece que se tallaran ayer. Fue colocado por el emperador Teodosio en este emplazamiento y sólo es un tercio de lo que fue, ya que se partió en el traslado.  Está instalado sobre una base de mármol con escenas del emperador Teodosio.

A continuación podemos ver la columna de bronce con tres serpientes entrelazadas. Está hecha de armaduras persas capturadas por los griegos victoriosos en la batalla de Platea en el 479 a.c. Constantino el Grande la emplazó en este lugar de manera definitiva y parece ser que en el siglo XVIII unos europeos borrachos decapitaron  la columna.

Por último encontramos el llamado obelisco de bronce, erigido por Teodosio en el año 390, y que originalmente estaba recubierto de placas de bronce estampadas con relieves con escenas rurales y pintorescas. Las placas fueron arrancadas y fundidas durante el saqueo de la ciudad en la IV Cruzada. Tampoco hay resto de la figura femenina dorada, llamada la Giralda, que coronaba el obelisco.

8) Museo de arte turco e islámico

El museo fue trasladado en 1983 desde las cocinas de la Mezquita de Suleymaniye al Palacio Ibrahim Pasha, donde se encuentra actualmente. El Palacio Ibrahim Pasha, del siglo XV, es  uno de las edificios más importantes de la arquitectura civil otomana, y se eleva sobre las antiguas escaleras del hipódromo, del cual podemos aún ver restos. En 1520, Solimán el Magnífico lo restauró y se lo regaló a Ibrahim Pasha de Pargali, su yerno y gran visir.

El museo es famoso por tener la mejor colección de alfombras del mundo. Las obras maestras son las raras alfombras selyúcidas del siglo XIII que no se pueden encontrar en ningún otro lugar. Además de las alfombras, podemos encontrar manuscritos, piezas de cerámica, metal, piedra o vidrio, cubriendo un largo periodo con obras desde el siglo VII y que abarcan los períodos Emevi, Abbasi, Artuklu, Eyyubi, Ilhanlı, Timurid, Safavi, Kaçar, Memluk, Seljuk y otomano. Piezas destacadas son la preciosa puerta de la mezquita Cizre Ulu y los documentos de Damasco. 

Una gran sala está dedicada a la colección de etnografía, que refleja la vida cotidiana de la Estambul del siglo XIX. Las vistas desde la parte superior del museo son excelentes hacia la plaza del hipódromo y la mezquita azul.

9) La Mezquita Azul

Está claro que la mezquita azul es una de las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul. Es seguramente la mezquita más fotogénica de la ciudad, tanto exterior como interiormente, con una cascada de cúpulas y seis minaretes que parecen rasgar el cielo.

Fue construida por Mohamed Aga, un discípulo de Sinán, para el sultán Ahmed I en 1616. Hasta el traslado de la corte al Palacio de Dolmabache, fue el destino favorito de las procesiones ceremoniales de los sultanes los viernes.

El patio de entrada es inmenso y está rodeado de arcadas con columnas antiguas. La fuente central es decorativa ya que las abluciones se hacen en las arcadas cubiertas de los muros norte y sur. 

El interior es simplemente impresionante, inundado de color y de luz. Destacan especialmente los azulejos de Iznik de las galerías laterales y del mihrab. Cuando fuimos nosotros no tuvimos suerte ya que estaba lloviendo y el interior estaba casi completamente andamiado. Sin embargo recuerdo la impresión que me causó la primera vez que fui a Estambul cuando entré en la mezquita y estaba llena a rebosar de creyentes, fue una experiencia realmente mágica e inolvidable.

10) Museo del mosaico del Gran Palacio

El palacio de los emperadores bizantinos ocupaba toda la zona sur del hipódromo hacia el mar. En sus restos se construyó la mezquita azul. En los años 30 del pasado siglo, unas excavaciones descubrieron lo que quedaba del palacio de los emperadores bizantinos, un magnífico mosaico de animales con escenas de caza y lucha y de vida diaria, que ocupa 170 metros cuadrados de pavimento bajo una columnata. La datación de los mosaicos se estima entre el 450 y el 550. 

d

11) Iglesia de San Sergio y San Baco

Esta iglesia bizantina se construyó en el año 527 por orden de Justiniano y se ha utilizado como mezquita desde el siglo XVI, lo que ha provocado cambios como el pórtico de entrada y el minarete. Sin embargo estos cambios no pueden enmascarar el alma bizantina con su construcción de ladrillo rojo exterior y su cúpula achaparrada.

El edificio está basado en un octógono de dos pisos con columnas rojas y verdes e inscrito en un rectángulo irregular. Entre las plantas podrás ver una inscripción en griego en honor de Justiniano, Teodora y Sergio, que rodea todo el perímetro.

12) Pasear por la plaza de Beyazit

Espacio irregular situado al oeste del gran bazar y que es uno de los espacios públicos más fascinantes de la ciudad. Aquí se es consciente de la posición de Estambul como un gran mercado natural, con bulliciosos puestos repartidos por toda la plaza. En la plaza destacan dos edificios. Por un lado la fachada de la Universidad de Estambul, la llamada puerta de los moros con tres arcos y clara esencia otomana.

No se puede acceder al interior del recinto de la que está considerada la Universidad más antigua de Turquía. En este emplazamiento se situó el primer palacio de Mehmet II antes de edificar Topkapi.

Por otro lado destaca la mezquita del sultán  Beyazit II, que es la más grande de las antiguas mezquitas que quedan en Estambul, terminada en 1506. El patio es un recinto solemne con 20 columnas antiguas a las que se añadieron capiteles islámicos. El interior se asemeja a Santa Sofía, aunque aqui las naves laterales inferiores se han unido al gran espacio central. Nosotros la encontramos cerrada por obras, aunque si pude visitarla en mi primera visita a la antigua Constantinopla.

13) Hacer compras en el Gran Bazar en Estambul

Inicialmente creado en el siglo XV por Mehmed II, aunque reformado por varios incendios y terremotos, su entrada principal se encuentra al lado de la plaza de Beyazit, aunque tiene 22 puertas de entrada. Es uno de los mercados más famosos del mundo, y sin duda un imprescindible qué ver, visitar y hacer en Estambul. Con más de 4.000 tiendas, 64 calles y 45.000 metros cuadrados,  es un laberinto de callejuelas cubiertas que te deslumbrará con sus brillantes mercancías metálicas y sus joyas.  A ti y a los 400.000 visitantes diarios que recibe. 

Está organizado por gremios (alfombras, joyas, piel, etc.), y si, es muy fácil perderse y muy dificl comprar. Deberás dominar el arte del regateo (Ofrece la mitad de lo que te digan y empieza a negociar) y deberás dominar el arte del teatro (hacer como que no te interesa aunque te mueras por comprarlo). Ellos tienen muchas armas: paciencia, se saben todos los idiomas, saben todas las alineaciones de los equipos de fútbol, saben todas las coletillas ( español tacaño, mas barato que en el carrefour…). Así que armate de valor y compara en varias tiendas.

Para que no te pierdas te dejo un mapa en pdf del Gran Bazar pinchando en este enlace

14) Mezquita del Príncipe

Magnífica mezquita y también mausoleo construidos en memoria del príncipe Mehmed, el amado hijo mayor de Solimán el Magnífico. La mezquita fue construida por el gran arquitecto Sinán en 1540. Dicen las malas lenguas que la primera esposa del Sultán, Mahidevran, le mandó envenenar para favorever las aspiraciones de su hijo Mustafá. El propio Mustafá fue ejecutado después por Solimán ante el temor a una rebelión. La madre de Mehmet y esposa favorita de Solimán, Hurrem, tenía mucha rivalidad con Mahidevran. Otras fuentes dicen que murió de viruela, pero eso nunca lo sabremos. 

Flanqueada por dos minaretes de 55 metros de alto, la mezquita tiene una cúpula central de 19 metros de diámetro y 37 metros de altura, flanqueada por 4 semicúpulas.

Además de Mehmed, en el complejo están enterrados su hermano menor y su hija. 

15) Acueducto de Valente

Su construcción terminó en el año 368 durante el reinado del Emperador bizantino Valente. Originalmente tenía un kilómetro de largo, aunque ahora quedan apenas 600 metros. Durante siglos fue la principal fuente de abastecimiento de cisternas y fuentes de la ciudad.

16) Mezquita de Solimán el Magnífico

Es el exponente más grandioso de la arquitectura otomana en Estambul y su situación en alto hace que la mezquita pueda ser vista desde gran parte de la ciudad. Fue edificada por el gran Sinán entre los años 1550 y 1557 y es seguramente su obra cumbre.

La mezquita está precedida de un magnífico patio con arcadas cupuladas, con una fuente central que es sólo decorativa, ya que las abluciones se hacen en los contrafuertes de la sala de oración. 

La sala de oración es serena e imponente, construida con piedra clara y con poca decoración, hace que su interior sea armonioso y de calidad casi esculpida. La estructura es muy similar a Santa Sofía, con cuatro pilares que sustentan los arcos que soportan la cúpula central.

Detrás de la mezquita se levanta un abarrotado cementerio donde se encuentran las tumbas de Solimán el Magnífico y su esposa Roxelana en mausoleos con bellos azulejos de Iznik. 

La mezquita está rodeada de numerosos y monumentales edificios como el hamam, el caravasar, el comedor público, el asilo para enfermos mentales, la escuela de medicina, una escuela primaria y cuatro medersas. Además hay unas espléndidas vistas de la zona de Galata y el Bósforo.

En la esquina norte del recinto, pero fuera de él, se encuentra la modesta tumba del gran arquitecto Sinán.

17) Visitar el bazar egipcio y la mezquita nueva

El bazar egipcio o bazar de las especias, es el bazar más famoso de Estambul después del Gran Bazar. Tiene forma de L y fue construido en el siglo XVII como parte del complejo que rodea a la mezquita nueva.  Las rentas que proporcionaban las tiendas servían para mantener la mezquita, una escuela de caridad y un hospital. Además también el Sultán aportaba los impuestos de importación de las mercancias egipcias que llegaban a Estambul, de ahí su nombre. 

El bazar es un placer para la vista y el olfato y no puedes perdértelo entre las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul. El olor a especias cuando llegas al bazar no lo vas a olvidar nunca. En el bazar, además de las especias, podrás comprar dulces típicos turcos y frutos secos. Yo aproveché y compré bastantes especias diferentes.

La mezquita nueva realmente es del siglo XVI y está rodeada de una intensa actividad comercial y palomas, muchas palomas. Si puedes entra porque el patio y el interior es bastante interesante. Yo la visité la primera vez que fui a Estambul. En el 2020 la mezquita estaba en restauración.

En las cercanías puedes ver un mercado de flores.

18) Pasear por el barrio de Gálata

El barrio de Galata, también llamado Karakoy, se encuentra en la orilla norte del cuerno de oro separado de la zona histórica por el puente de Gálata. Cuando los Cruzados conquistaron Constantinopla en 1204, los genoveses se establecieron en esta zona. Tras la reconquista bizantina de la ciudad, los genoveses continuaron en Gálata ya que apoyaron a los bizantinos. La colonia la defendieron con una muralla de la que en la actualidad sólo quedan restos. La torre de Gálata era el colofón de esta defensa genovesa.

El puente de Gálata

Para entrar en Gálata desde Eminonu, lo hacemos a través del puente con nombre homónimo, uno de los más famosos de la ciudad. El primero de ellos se levantó en 1845, hasta llegar al actual, el quinto, tras varias desgracias de los anteriores. Es un punto de ebullición de la ciudad con numerosos transeúntes, pescadores con calderos y  otros recipientes con pequeños peces y gaviotas intentando aprovecharse de la situación. En la parte central hay miradores y acceso a una parte inferior con bares y restaurantes. Lo que más sorprende del puente, no es su construcción, sino sus magníficas vistas hacia un lado y otro del cuerno de oro.

La torre de Gálata

La torre de 62 metros de altura y 3,7 metros de anchura de paredes en la base, sirvió de punto de vigilancia durante el periodo otomano de la ciudad, perdiendo su labor defensiva anterior. Hoy es uno de los iconos de la ciudad de Estambul. En su interior hay un restaurante y un mirador, pero las colas suelen ser bastante grandes y se tarda mucho en subir. Nosotros no subimos y en el punto 19 te voy a dar la alternativa para que puedas disfrutar de unas estupendas vistas igual.

Para subir desde el puente de Gálata a la torre, lo puedes hacer por unas empinadas escaleras donde te puedes topar con algún graffiti bastante pintoresco.

Otra opción es usar un funicular, el llamado Túnel, que te sube desde las proximidades del puente de Galata hasta la parte alta de la colina, muy cerca de la torre. En funcionamiento desde 1874, es el segundo transporte suburbano más antiguo del mundo después del de Londres.

La zona de Gálata está plagada de restaurantes y en muchos de ellos podrás disfrutar de unas magníficas vistas, por lo que es una zona muy recomendable para cenar mientras ves la ciudad iluminada, y un imprescindible qué ver, visitar y hacer en Estambul.

19) Hacer una parada en el Galata Konak cafe en Estambul

Si no quieres hacer la cola para subir a la torre de Gálata, te recomiendo ir a este café-restaurante para tomar un té o café y algún postre, ya que la comida es bastante convencional. Las vistas son maravillosas como podéis ver en las fotos siguientes y el precio es bastante razonable.

Incluso desde el café podemos ver la mismísima torre de Gálata.

20) Museo de los derviches (Galata Mevlevi house)

Este antiguo monasterio de la hermandad Mevleví fue construido en 1491. Ahora es un tranquilo museo con un patio rodeado  de tumbas, pabellones, fuentes, un jardín en terraza y el edificio octogonal para la danza de los derviches.

En el museo podemos ver la ropa, instrumentos musicales, y los característicos gorros de las diferentes ramas de los Mevleví.

El punto culminante del museo es la visita del espacio octogonal de dos plantas donde los derviches danzan.

21) Ver el espectáculo de los derviches (Galata Mevlevi house)

Los Mevleví o derviches giróvaros son una orden de derviches en Turquía fundada por los discípulos del poeta sufí Jalal al-Din Muhamad Rumi en el siglo XIII.  El Samá es el nombre de la ceremonia Mevleví, considerada Patrimonio Inmaterial por la Unesco, y consiste en una danza de monjes masculinos acompañada por música de flautas, tambores, atabales, laúdes y una especie de violines llamados kamanché. 

Para alcanzar el éxtasis místico a través de la danza, los derviches giran sobre sí mismos con los brazos extendidos, simbolizando la ascendencia espiritual hacia la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego. 

La orden mevleví fue prohibida por Ataturk en 1923, pero en los años 50, el gobierno se dio cuenta que era una atracción turística y permitió de nuevo a los derviches realizar la ceremonia. Hay varios sitios en la ciudad donde puedes ver el espectáculo, pero quizás el menos turístico y con mejor escenario, es el realizado en el Galata Mevleví house, justo en el mismo sitio donde se encuentra el museo.

22) Zona de Taksim

Plaza amplia en el corazón de la zona moderna de Estambul que siempre está llena de gente y vida. Tiene en los alrededores muchas zonas de restaurantes, tiendas y hoteles. Taksim significa distribución en turco por ser la zona que centralizaba la distribución de agua en la ciudad desde 1732. En la plaza destaca el monumento a Mustafa Kemal Ataturk y a los Caídos de la Guerra de la Independencia y la enorme mezquita de Taksim que estaba aún  en construcción durante mi visita y que tendrá un aforo para 960 fieles.

La avenida de Istiklal

De la plaza de Taksim sale la avenida de Istiklal, la que seguramente sea la calle más concurrida de la ciudad y que cruza de lado a lado el barrio de Beyoglu. En esta larga avenida peatonal destacan las antiguas embajadas de cuando Estambul era la capital del país, edificios modernistas, tiendas de diseño, restaurantes y mucha, mucha gente.

En la avenida se encuentra la iglesia de San Antonio de Padua, una iglesia franciscana de ladrillo rojo construida a principios del siglo XX. Cuando llegamos estaba muy decorada por Navidad y estaban cantando villancicos.

Un elemento  característico de la avenida es su pintoresco tranvía rojo que transcurre desde el funicular hasta la plaza de Taksim. Más adelante se encuentra el Museo de los derviches (Galata Mevleví house), que puedes ver en los puntos 20 y 21.

23) Palacio de Dolmabahce

Este palacio situado en la zona europea del Bósforo fue el principal centro administrativo del imperio otomano desde 1853 a 1922, cuando se trasladó desde el palacio de Topkapi. 

Todo es excesivo en este palacio neobarroco que abarca 40.000 metros cuadrados y posee 285 habitaciones, 44 salones, 6 hamman y 68 cuartos de baño. La gran escalera, el salón del trono o las habitaciones del harén son algunas de las estancias que podemos ver en nuestra visita. Sin olvidarnos de los espléndidos jardines y las vistas estupendas del Bósforo.

24) Iglesia de San Salvador de Cora y Tekfur Sarayi

Si te preguntas qué ver, visitar y hacer en Estambul, esta iglesia bizantina debería estar entre tus prioridades. Es cierto que pilla un poco lejos de todo, pero te puedo asegurar que no vas a arrepentirte.  San Salvador fue una iglesia monástica construida tras las murallas de Constantino. El edificio actual es de los siglos XI y XIV, y su tesoro, los mosaicos, fueron realizados entre 1315 y 1321. En el siglo XVI fue convertida en mezquita, aunque perduraron prácticamente todos los mosaicos. El conjunto de mosaicos de esta iglesia es de los más impresionantes del mundo. Cuando yo la visité era un museo, pero Erdogan ha vuelto a la iglesia bizantina el estatus de mezquita en el 2020.

Por fuera la iglesia es una mezcla de piedra y ladrillos rosados y una sucesión de cúpulas de diferentes tamaños. En nuestra visita la encontramos completamente andamiada, así que no merece la pena ni que os ponga la foto. Pero el interior si se podía ver prácticamente entero. 

El interior está dividido en varias partes: El nártex exterior, el nártex interior, la nave y el parakklesion. Simplemente déjate llevar y disfruta de sus impresionantes mosaicos.

Muy cerca de la iglesia de San Salvador, podemos echar un vistazo a Tekfur Sarayi (el palacio del Soberano), unas majestuosas ruinas bizantinas de 3 pisos del año 1300 y donde pueden apreciarse los arcos policromados de sus ventanas. En la fecha del viaje estaba en restauración.

25) Eyup

El barrio de Eyup es uno de mis barrios favoritos de Estambul. El objetivo principal del barrio es su mezquita, pero Eyup es mucho más. Para llegar a la plaza donde está situada la mezquita pasamos por zonas con casas de madera, tumbas, gatos dormidos como sultanes y palomas haciendo funambulismo.

Llegamos asi a la plaza de Eyup que está engalanada con una fuente y tiene la mezquita en un lateral.

Eyup Ansari era el portestandarte y compañero del profeta Mahoma y fue enterrado en el emplazamiento de la mezquita tras morir en el infructuoso asedio de la ciudad (674-678). Los bizantinos respetaron su tumba y Mohamed II agrandó la tumba y añadió una mezquita y varios edificios anexos de caridad. Tras un terremoto en el 1766, el santuario actual se terminó en el año 1800. Hoy es un importante sitio de peregrinación y un sitio muy especial en Estambul. 

Unas puertas barrocas guardan la entrada al patio interior donde la tumba de Eyup se encuentra descentrada y rodeada por una alta columnata.  El mausoleo está cubierto por dentro y por fuera con bellos azulejos de Iznik y Kuthaya. Dentro del mausoleo se respira un ambiente muy especial impregnado con una fuerte religiosidad, al fin y al cabo estamos en uno de los templos más sagrados del Islám.

26) Café Pierre Loti

Desde la mezquita de Eyup, un paseo de unos diez minutos colina arriba y rodeado de lápidas y gatos, nos lleva al café Pierre Loti. 

El nombre del café se debe a Pierre Loti, sobrenombre de Julien Viaud, un novelista que frecuentaba el local. El café tiene unas terrazas desde donde hay unas espléndidas vistas del cuerno de oro. El interior es un acogedor café de estilo turco con muebles antiguos. Estábamos en la terraza pero empezó a llover y tuvimos que correr hacia el interior, así que las vistas fueron un poco grises, el mismo color que tenía el cielo cubierto.

Hay un teleférico que sube directamente al café Pierre Loti, pero cuando estábamos en el café comprobamos que estaba cerrado.

27) Rumeli Hisari

Este castillo en el punto más estrecho del Bósforo fue construido en tan sólo 4 meses. El castillo está en un terreno bastante escarpado y se compone de tres grandes torres y otras más pequeñas.

Rumeli Hisari, que formó parte de la conquista otomana de Constantinopla bajo el mando de Mohamed el Conquistador, en 1451 solicitó al emperador bizantino una porción de tierra enfrente de castillo Anadulu Hisari. Al emperador bizantino, rodeado por los turcos, le fue imposible negarse. Los turcos utilizaron la fortaleza para cortar el suministro de trigo a la ciudad desde el Mar Negro apuntando con sus cañones a los barcos. Esto fue decisivo para que el año siguiente tuviera éxito el asedio de la ciudad.

Posteriormente el castillo fue utilizado como guarnición y prisión. El día que lo visitamos no se podía entrar en el interior de muchas torres, no sabemos si el fuerte viente que soplaba era la razón, o que no se pueden visitar habitualmente. Aún así, te recomiendo visitar este imponente castillo al borde del Bósforo, con unas estupendas vistas del estrecho y sus grandes barcos transitando, y unos pequeños habitantes muy juguetones que tienen hasta casa propia en el castillo.

28) Yedikule (Castillo de las siete torres y la puerta dorada)

Llegamos tarde y no pudimos entrar en el interior, así que nos dimos una vuelta por los alrededores y nos decepcionó un poco lo que vimos. Es realmente una pena el estado de conservación de Yedikule. No se puede acceder a la puerta dorada por el exterior porque un cementerio y un huerto lo impide. Además el castillo de Yedikule está rodeado por instalaciones policiales y tiene construcciones adosadas a sus muros, no pudiendo ver su periferia de manera clara. Es una zona con mucho potencial ya que se conservan grandes tramos de la murallas de Teodosio, que también podían estar mejor conservadas y acondicionadas para la visita.

Dos de los tres arcos de la puerta dorada están tapiados en la actualidad. Construida en el año 390 por Teodosio su nombre se debe a los reflejos del sol provocados por la puerta cubierta de oro y sus estatuas doradas. Posteriormente Teodosio II la incluyó en las murallas de la nueva ciudad y añadió un muro de protección, una puerta exterior menor y un puente levadizo con foso. 

Mohamed el Conquistador añadió tres torres redondas y convistió el área en una fortaleza poligonal. Sirvió como tesoro y prisión de estado, donde se ejecutaron a varios reyes y sultanes.

29) Visitar un hammam

En mi segundo viaje a Estambul no disfruté de ningún baño turco, pero en mi primer viaje de 1997 si fue una experiencia que probé y que por supuesto os recomiendo entre una de las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul. En los hammam los hombres y mujeres se bañan por separado, en secciones diferentes o a diferentes horas.

Después de abonar la entrada, en un cuarto puedes cambiarte y dejar tus cosas. Saldrás sólo con una prenda que tapa tus partes más nobles. En el baños turco hay una gran bóveda agujereada por donde entra la luz. En el centro hay una plataforma caliente de mármol donde puedes tumbarte. La sala está llena de vapor, así que preparaté para sudar un poquito. Alrededor de la sala hay fuentes de agua fria y caliente que puede echarte por encima con una especie de cubo.

El masaje es el momento cumbre, aunque más que masaje es una especie de tortura donde tus huesos crujen y el masajista te da leches de lo lindo.  También con un guante te frota y te saca muchísima piel muerta. Hay que decir que acabas baldado después del masaje, aunque contento y muy limpito.

Dos de los hamam más recomendables son el de Cemberlitas y el de Cagaloglu

30) Puesta de sol desde Uskudar

Nosotros no fuimos a ver la puesta de sol desde Uskudar por la simple razón que en ninguno de los días hubo sol para ponerse . Sin embargo si pillas días soleados, deberías ir a Uskudar para ver la puesta de sol sobre la ciudad. Es una imagen que nunca olvidarás, el cielo rojizo sobre los perfiles de las mezquitas. 

Para ello tendrás que coger el barco en el puerto que está cerca del puente de Galata. Una vez que llegues al puerto de Uskudar, si miras desde el barco al barrio de Uskudar, deberás tirar a la derecha por la orilla del Bósforo y caminando menos de 10 minutos alcanzarás unas escaleras con unas alfombras desde donde la gente disfruta del atardecer.

Si llegas antes, date una vuelta por el barrio de Uskudar porque tiene cosas bastante interesantes.

31) Hacer un crucero por el Bósforo en Estambul

Entre las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul, un crucero por el Bósforo es primordial. La salida se realiza desde el puerto que está cerca del puente de Gálata. El Bósforo es un estrecho que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara y que divide a Estambul en dos partes: a un lado Europa y al otro Asia.

Tendrás que elegir que tipo de crucero realizar: De día o de noche. Si es de noche, ¿lo quieres con cena y espectáculo?. ¿Quieres el circuito por el Bósforo corto o largo?. El corto llega hasta el segundo puente y vuelve y el largo llega hasta el Mar Negro e incluye muchas veces comida. También hay cruceros que combinan el Bósforo hasta el primer puente y el cuerno de oro. Como verás, hay cruceros para todos los gustos, así que elige el que más se adapte a tus gustos  o a tu tiempo disponible.

Circuito por el Bósforo hasta el segundo puente

En mi primer viaje hice el crucero largo comiendo en un sitio cercano al Mar Negro, pero en este segundo viaje hemos hecho el circuito hasta el segundo puente ida y vuelta. En la salida contemplamos una bonita estampa de los barcos atracados en puerto muy parecidos al que vamos nosotros. Avanzando un poco pasamos por debajo del puente Gálata y podemos ver la mezquita nueva, el bazar egipcio y la mezquita de Solimán.

Un poco más adelante podemos apreciar el perfil de Topkapi y de Santa Sofía a un lado y el barrio de Gálata al otro.

A la ida vamos por el lado izquierdo del estrecho, encontrándonos algunos de los bellos palacios que adornan las orillas del Bósforo. en primer lugar vemos el Palacio de Dolmabahce y poco después el Palacio de Ciragan.

Llegamos así al primer puente, el llamado puente del Bósforo, no se lo han pensado mucho vamos. Casi debajo del puente se ve la pequeña pero coqueta mezquita de Ortakoy.  Siguiendo con la navegación llegamos a la imponente fortaleza de Rumeli con su característico perfil colgada de la ladera.

Muy cerca llegamos ya al segundo puente, llamado de Fatih Sultan Mehmet, punto en el que damos la vuelta y nos disponemos a ir ahora por el lado derecho del Bósforo. Enfrente de la fortaleza Rumeli encontramos la pequeña fortaleza de Anadolu Hisari. A continuación podemos ver otros dos palacios, el de Kucuksu y el magnífico palacio de Beylerbeyi.

Este último palacio está justo pasado el primer puente, y a lo lejos podemos ver la imponente mole de la mezquita de Camlika, la más grande de Asia Menor, y una de las más grandes del mundo. Construcción reciente para demostrar el músculo económico del país, intenta imponer con sus seis minaretes, al igual que la mezquita azul.

Acercándonos al cuerno de oro pasamos muy cerquita de la torre de la doncella, una construcción blanca del siglo XVIII. Llegamos de nuevo al puerto teniendo la sensación de haber vivido una experiencia inolvidable.

32) Volver a Estambul

La primera vez que fui a Estambul en 1997 la considero mágica. La ciudad nunca salió ya de mi cabeza y se convirtió en una de mis ciudades favoritas. Estambul fue uno de mis comienzos viajeros, y sin duda la primera ciudad exótica que visité. Así que un imprescindible entre las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul es VOLVER. Te aseguro que cuando vuelves, y a pesar del tiempo desfavorable que me tocó sufrir, la magia se conserva siempre intacta. Estambul es eterna.

Os dejo un par de fotos de mi viaje de 1997, cuando no había cámaras digitales, o al menos yo no tenía (además salgo sin gorra ). Las fotos están hechas con mi móvil de la fotografía original, así que la calidad es regular, pero merece la pena recordar aquel magnífico viaje que seguramente avivó mi pasión por descubrir el mundo.

3 .- ¿Dónde alojarse y comer en tu visita a Estambul?

Obviamente entre las cosas qué ver, visitar y hacer en Estambul, está incluida la de encontrar un buen hotel. Quería un hotel céntrico y a poder ser con vistas, así que me decanté por el «The And Hotel Sultanahmet, Special Category». Un precioso hotel situado enfrente de la cisterna bizantina y con unas vistas desde el comedor que quitan el hipo.

Desde el comedor se veía perfectamente la plaza de las mezquitas con Santa Sofía y la mezquita azul, y también al Bósforo.  Si lo deseas puedes elegir una habitación con vistas panorámicas como hicimos nosotros y así levantarte viendo las mezquitas todos los días.

El mismo comedor donde se desayuna es un restaurante para comidas y cenas llamado «Panorama Cihannuma», con comida de especialidad turca, y denominado así mismo restaurante 360º por las estupendas vistas mientras se disfruta de una buena comida. Comimos unos mezzes, guisos de ternera y pollo y un postre delicioso. Repetiríamos sin dudarlo tanto el hotel como el restaurante.

Soy Juan Ángel Valdunquillo, ingeniero industrial por profesión, historiador del arte por devoción y apasionado de los viajes. Agradezco la inestimable colaboración de @rebeldeviajero con sus fantásticos dibujos y su compañía viajera.